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martes, 18 de marzo de 2014

reseña_ DETRÁS DEL CRISTAL - Mayte Esteban

Detrás del cristal - Mayte Esteban
SINOPSIS
Andrés Gálvez, un joven ejecutivo, lleva meses preparando unas vacaciones en el Caribe con su novia para escapar de los compromisos de las fiestas navideñas, sin sospechar que su vida está a punto de trastocarse por completo. 

La situación económica de Ana Iriarte es desesperada. Ha buscado con quién dejar a su bebé esa noche para acudir a un trabajo eventual, pero ni su única amiga, Raquel, puede ofrecerle ayuda, pues también tiene un grave problema: pasa por un mal momento con su marido como consecuencia de los e-mails que está recibiendo de un desconocido. 

La desesperación empuja a Ana a cometer una locura que puede costarle muy cara.

OPINIÓN PERSONAL
Este es el primer libro que leo de Mayte Esteban y bueno, como buena lectora impulsiva que soy, lo primero que me llamó la atención fue su portada y la frase que tiene escrita: 
"Está permitido equivocarse. Lo cobarde es no intentarlo."
Eso, unido al hecho de que en una reseña comentaban que era rápido de leer, me decidió a empezarlo. Reconozco que el libro está bien escrito y estructurado y los personajes bien perfilados, aunque hubo algunos asuntos que no me convencieron del todo. Para empezar, la historia de Andrés y su novia. Intenta introducir un halo de incertidumbre, supongo que con el objetivo de sorprender al lector. Sinceramente, se ve venir desde la página 1... Pero bueno, tampoco es algo que estorbe en la lectura.. Lo que sí me chocó muchísimo y me pareció un tanto inverosímil es la actitud de Ana de despreocupación con respecto a su hijo. Sí, es verdad, se queda preocupada.. pero lo hace y lo vuelve a hacer! Lo siento, pero eso sí que no. Entiendo el momento de desesperación, de verdad que sí.. ahora, el de después me parece que no..  

Por otro lado, reconozco que a pesar de tener bastante de drama, me sacó un par de sonrisas. La interacción de Andrés con Pablo es genial, enternecedora y divertida. Y la historia de Raquel, también me conmovió. 

Así que, como conclusión, a pesar de mis reticencias, reconozco que me hizo reír y también llorar y eso sólo lo consigue un buen libro y un buen escritor. 
"[...] La cocina fue descartada casi de inmediato, así que el único sitio que quedaba era el sofá del salón. A pesar de que colocó una toalla, el inmaculado tresillo de su salón fue víctima de la batalla que tuvo que librar con el pañal, el niño y la caca, cuya cantidad le pareció imposible que saliera de un bebé tan pequeño. Finalmente logró vestir a Pablo y sintió que había empleado en aquella tarea más energía que en la redacción del balance anual de gastos de la empresa.
- ¡Qué asco! Voy a tener que abrir todas las ventanas para que se vaya la peste que has dejado en la casa. ¡Mi sofá! - [...]"